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Lara es editora de BuzzFeed y una conocida influencer en las redes sociales, que ha utilizado sus plataformas para promover el movimiento body-positive y la liberación femenina. Pero quizás lo más importante y sorprendente es que ha aprovechado su poder en las redes para hablar sobre sus ‘problemas vaginales’, casualmente, el título de su próximo libro. Más allá de su vagina, Lara Parker habla mucho sobre cómo usa marihuana y los productos derivados de ésta para tratar algunos de los síntomas de su endometriosis, que a su vez es responsable de dichos problemas vaginales.
Lara Parker fue diagnosticada oficialmente con endometriosis hace aproximadamente siete años, cuando aún no había probado la marihuana.
Esta enfermedad causa que tejido similar al revestimiento del útero (conocido como endometrio), se encuentre fuera del útero. La presencia externa de este tejido resulta en fuertes dolores y afecciones relacionadas del piso pélvico.
Un par de años después de sus diagnósticos originales, Lara consiguió un trabajo como redactora en BuzzFeed. Tuvo la suerte de tener editorxs que le permitieron elegir sus propios temas para escribir… tal vez haya algún tipo de equilibrio kármico en el universo.
Para entender qué rol cumple el cannabis en la historia de Lara, necesitamos retroceder un poco. Volvamos al 2015, cuando Uptown Funk era el hitazo del momento, y más de 50 mujeres salían con sus historias de abuso sobre Bill Cosby.
En ese momento Lara vivía en Los Ángeles, California, y estaba viéndose con alguien que tenía una tarjeta de marihuana medicinal. A pesar de vivir en la tierra del porro, Lara nunca había probado el cannabis. Sin embargo un día, mientras experimentaba “un horrible dolor de endometriosis”, su pareja le sugirió que intentara fumar un buen y clásico porrito, argumentando que si podía ayudarlo a él con sus migrañas podría ayudar con el dolor de Lara.
“No tenía nada que perder, así que lo intenté. Inmediatamente sentí que mi cuerpo se relajaba”, dice ella. “Estaba menos consciente de mi dolor. Me sentí más ligera, más feliz”.
“Y también sentí hambre, una sensación que realmente no había experimentado en mucho tiempo, ya que uno de mis mayores síntomas es sentir náuseas e hinchazón estomacal, que a menudo provocan la incapacidad para comer”.
“Desde entonces, he usado alguna forma de cannabis todos los días de mi vida, ya sea fumarlo, vapear, dabs, aplicar bálsamos en la parte baja de la espalda y el abdomen, usar sales de baño, comestibles o cápsulas de CBD”, dice Lara. “Confío enormemente en el cannabis para el manejo del dolor, y es la única forma de analgésico que uso”.
Pero Lara no sólo reconoce que su acceso al cannabis es un privilegio. También siente lo mismo por su activismo.
“Tengo la suerte de que, viviendo en California como una mujer blanca, la mayoría de las personas en mi vida entienden mi situación, y no juzgan mi uso diario”, dice ella. “Pero crecí en un pueblo muy pequeño de Indiana donde la marihuana todavía está altamente criminalizada. Así que ha habido algunas personas en mi vida, y las hay hasta el día de hoy, que me han llamado una ‘mala influencia’ o implicado que soy una especie de drogadicta”.
“Pero siempre he encontrado esto extraño, porque supongo que si estuviera tomando cantidades masivas de analgésicos todos los días realmente no se sorprenderían”, agrega, y señala que tiene una receta médica real para la marihuana.
“Si tuviera una receta para otro analgésico, ¿me llamarían una mala influencia? Lo dudo. Pero e
se tipo de reacción solo me impulsa a hablar más sobre ello. Creo en la capacidad de la marihuana para ayudar a muchas personas con muchas afecciones diferentes”.
“Creo que cada persona debería tener la oportunidad de probar el cannabis y ver por sí misma si es para ella. No debe ser criminalizado”, dice Lara, pidiendo la legalización federal y la eliminación de antecedentes penales.
“La marihuana es mi medicina, y punto. Realmente no puedo imaginar mi vida sin
ella, y no quiero hacerlo. Imaginar una vida sin cannabis me produce mucha ansiedad. No podría tener una gran vida sexual sin él, ya quelos orgasmos pueden ser dolorosos para mí debido a mis afecciones: el lubricante imbuido con cannabis me ayuda. No podría comer sin la ayuda de CBD o THC puro, porque siempre tengo náuseas”.
En días de dolor insoportable, lo más fácil para ella es fumar un porrito deíndica pre-armado. Le proporciona alivio y a menudo la ayuda a conciliar el sueño, lo que realmente la ayuda a lidiar con la situación de manera efectiva.
Finalmente, menciona los supositorios vaginales de CBD y THC. “Utilizo mucho lubricante de THC y CBD, no solo durante la intimidad, sino también en el día a día para mi dolor vulvar”, concluye.
Fuente: Forbes