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Ingredientes
- 1 bolsita de té con marihuana, o flores y hojas secas.
- 200ml de agua
- 800ml de kombucha
- Botella de vidrio de 1 litro con tapa para fermentar
La kombucha que vayas a usar debe haber pasado la primera fermentación. Si la quieres hacer en casa, aquí te explico cómo hacerla.
También puedes usar kombucha comprada, pero debe ser sin sabor y sin pasteurizar. Así te aseguras de que siga teniendo todos sus beneficios.
Preparación
- Pon el agua a hervir y añade la marihuana. Deja que repose con el agua caliente para que se infusione.
- Cuando se haya enfriado, pon la mezcla en la botella. Si quieres, puede usar un colador para retirar las hojas.
- Añade la kombucha a la botella. Deja un poco de espacio en la parte superior, así evitarás que se derrame cuando la abras.
- Cierra la botella de forma hermética y espera 2-3 días. Pasados estos días, prueba su sabor. Si está muy dulce, puedes dejarla uno o dos días más.
- Ten en cuenta que cuanto más calor haga en tu casa, más rápida será la fermentación. Si hace frío, el proceso será más lento.
- La kombucha estará lista cuando tenga un sabor un poco ácido y dulce al mismo tiempo. Entonces te aconsejo que la pongas en la nevera para tomarla fresca y parar la fermentación.
Otros consejos
Como te decía, no llenes la botella hasta arriba. Así evitas que se derrame al abrirla. También puedes abrirla un poco cuando lleve un par de días en fermentación, para que suelte un poco de gas.
A veces puede ser que no se genere gas. Esto se debe a que le falta azúcar a la kombucha.
En este caso, puedes disolver azúcar o miel en el agua que uses para la receta. De esta forma, el resultado será una kombucha efervescente y muy rica.