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El consumo de la marihuana ha dividido opiniones, algunos defienden su consumo porque destacan que tiene efectos terapéuticos, pero, hay quienes la rechazan por los efectos perjudiciales que provoca en diversas enfermedades. Por otro lado, también hay una brecha de si es o no adictiva.
Según Piomelli, “la adicción es cuando se pierde el control cortical,” lo cual significa que la corteza prefrontal de tu cerebro ya no controla tu capacidad de decisión. Es un desorden cerebral crónico en el cual se experimenta la pérdida del control voluntario. Desemboca en comportamientos habituales, peligrosos y dañinos más allá de cuál sea el vicio (el juego, por ejemplo).
El cannabis no es adictivo según la definición médica, para la cual uno ya no tiene control de su corteza frontal. “No creo que exista una adicción real con el cannabis, en el sentido de que (jamás llegaría al punto de decir) ‘O me das mi porro o te mato’.”
En las adicciones, “existe un ansia, un anhelo intenso por la sustancia.” Con el cannabis, no necesariamente ansiamos físicamente la droga. Ciertos estudios muestran que esta es una distinción importante entre la adicción conductual y la adicción a la sustancia.
THC es el principal constituyente del cannabis que produce alteraciones perceptivas y que causa el consumo de la marihuana
Es decir que una persona que se fuma un porro de vez en cuando o que consume marihuana periódicamente, pero no a diario, muy probablemente no desarrolle adicción a la sustancia.
Para volverse adicto a la marihuana, se debe realizar un consumo elevado de esta sustancia y consumirse durante años.
El cannabis puede, sin embargo, crear dependencia. Según Piomelli, “La dependencia es el estado en el cual el organismo se adapta al uso continuo de una sustancia en particular, y la homeostasis de dicho organismo cambia para incorporarla.” Mientras es importante entender la diferencia entre adicción y dependencia, “el hecho de que el cannabis puede no causar una adicción real no significa que la dependencia que causa tiene que ser tomada a la ligera.”
La abstinencia de cannabis no es tan seria como la de otras drogas, como por ejemplo los opioides, pero se puede poner feo.” Pueden aparecer irritabilidad, pérdida de sueño y de apetito, disforia del ánimo, entre otros. “Todos esos síntomas duran un tiempo, y son un fuerte motivador a continuar el consumo.”