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El consumo de la marihuana ha dividido opiniones, algunos defienden su consumo porque destacan que tiene efectos terapéuticos, pero, hay quienes la rechazan por los efectos perjudiciales que provoca en diversas enfermedades. Por otro lado, también hay una brecha de si es o no adictiva.
Daniele Piomelli, científico estadounidense, “la adicción es cuando se pierde el control cortical,” lo cual significa que la corteza prefrontal de tu cerebro ya no controla tu capacidad de decisión. Es un desorden cerebral crónico en el cual se experimenta la pérdida del control voluntario. Desemboca en comportamientos habituales, peligrosos y dañinos más allá de cuál sea el vicio (el juego, por ejemplo).
El cannabis no es adictivo según la definición médica, para la cual unx ya no tiene control de su corteza frontal. “No creo que exista una adicción real con el cannabis, en el sentido de que (jamás llegaría al punto de decir) ‘O me das mi porro o te mato’.”
En las adicciones, “existe un ansia, un anhelo intenso por la sustancia.” Con el cannabis, no necesariamente ansiamos físicamente la droga. Ciertos estudios muestran que esta es una distinción importante entre la adicción conductual y la adicción a la sustancia.
El cannabis puede, sin embargo, crear dependencia. Según Piomelli, “La dependencia es el estado en el cual el organismo se adapta al uso continuo de una sustancia en particular, y la homeostasis de dicho organismo cambia para incorporarla.”
Mientras es importante entender la diferencia entre adicción y dependencia, el hecho de que el cannabis puede no causar una adicción real no significa que la dependencia que causa tiene que ser tomada a la ligera.