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Fumar un porro es una de las formas más convenientes para el consumo de cannabis.
Posiblemente parezca complicado al principio, aunque después de agarrarle el truco, enrollar un porro se convierte en algo tan fácil como destapar una cheve.
1-Debes elegir el papel para enrollar
Elige un papel delgado de arroz preferiblemente o de paja de trigo de tamaño estándar o puedes también usar un King.
Planifica rasgar el papel hasta encontrar el tamaño adecuado dependiendo de la cantidad de cannabis que desees fumar, una forma ancha y cuadrada es un buen punto de partida, el cual te brindará versatilidad.
Puedes conseguir papeles por medio de páginas web con servicio de despacho hasta la puerta de tu casa, o disponerse a entrar en tiendas de abarrotes, en el dispensario local de cannabis o en tiendas de tabaco.
Busca papeles que se puedan quemar con cierta lentitud y de manera uniforme, que no tengan mucho sabor.
Entre los buenos papeles disponibles para usar se encuentran los papeles de enrollar a base de cáñamo 100% natural de la marca RAW, los de la marca Smoking y papeles de color naranja de la marca Zig-Zag.
Si tu intención es llevar papeles contigo, se recomienda conseguir un protector para proteger el papel.
Debes colocar los papeles para enrollarlos en un estuche metálico de forma que no se doblen, rasguen o mojen.
Ciertos vendedores añaden tabaco, hoja u alguna otra mezcla herbal para fumar el capullo de forma que se pueda inhalar partes superiores en floración y los peores están llenos de químicos.
El hachís por lo general se calienta con el resplandor de una llama.
Desmenuzándose hasta formar un polvo para posteriormente combinarse con mezclas de tabaco o herbales para fumar.
Es necesario tener en cuenta que el hachís se debe usar con cuidado, ya que algunas personas experimentan ciertas reacciones adversas que van desde la ansiedad leve hasta el pánico grave.
Siendo posible llegar hasta la paranoia por lo que pueden ocurrir reacciones psicóticas agudas pero bastante raras.
2-Debes de hacer el filtro
Usa un trozo de una tarjeta de fichero, introduciéndolo en el extremo del porro de marihuana.
Lo cual evita la obstrucción y también que los trozos del contenido no se desperdicien.
Permite que el humo logre fluir por medio del tabaco de manera cómoda.
Filtrando un poco el alquitrán y evitando que un porro cannábico se disuelva en la boca al consumirse hasta el final.
Debes rasgar una tira delgada de la tarjeta de fichero.
Doblarla tres veces para formar un pliegue y enrollar la parte restante del filtro sin doblar el alrededor de la parte doblada.
Debes parecer una (W) dentro de un círculo.
El ancho de la colilla es una cuestión de gusto y preferencia personal, las más anchas dejan pasar más cantidad de humo y lógicamente las más delgadas filtran menor cantidad de humo cannábico.
Pero corren mayor riesgo de obstrucción por lo que se recomienda elegir un tamaño intermedio.
Ciertas tiendas de cigarrillos venden cuadernillos pequeños con filtros listos para ser destinados a un suculento porro. Por lo general, se componen de tiras muy pequeñas de papel endurecido que se cortan pulcramente al tamaño apropiado.
Como alternativa, puedes adquirir filtros de celulosa como los que son usados en los cigarrillos de tabaco.
Puedes conseguirlos en tiendas de cigarros y probablemente en tu dispensario local de marihuana.
Algunas personas se refieren al filtro como colilla, pero no es la palabra indicada ya que la colilla es la punta del porro que queda después de ser fumado.
Si bien están relacionados, no siempre contienen el mismo significado.